Los Angeles— Un drama sobre el perdón, la familia y la amistad le permite a Miley Cyrus dejar atrás su estatus de estrella infantil, y darle poder sentimental a la historia de Nicholas Sparks en ‘La Última Canción’, que se estrena este viernes.
Para Cyrus, Ronnie Miller es su primer papel fuera de su personaje de Hannah Montana, y la oportunidad de profundizar en el género dramático, aunque, debido a su falta de experiencia en él, recibió ayuda de la directora Julie Anne Robinson para entender lo que debía hacer.
“Pensé que cuando había una escena triste, mi personaje tenía que llorar, y ella me dijo que no, que en los siguientes 40 minutos de la película no podía sólo llorar”, comparte Cyrus.
“Aprendí a ir con mayor profundidad, tratar de entender cómo será el producto final de hora y media, y que la gente no quiere ver sólo un tipo de emoción sino todas las que implica llegar a ésa”.
Ronnie es una joven que guarda un profundo rencor hacia su padre, tras divorciarse y alejarse de su madre, pero ahora debe pasar, en contra su voluntad, un verano con él.
Parte del odio que siente hacia él se ve reflejado al ignorar su gran pasión: tocar el piano, ya que es algo que ambos comparten.
La música no es esencial
Aunque canta durante una breve escena y en el soundtrack del filme, Cyrus siente alivio de que su personaje no se apoya en eso, sino en la pasión por la música en general.
“Siempre dicen: ‘hay que darle un rol en el que tenga que cantar’. No quiero que siempre tenga que ser eso en lo que me apoye”, reconoce.
Nicholas Sparks ha escrito novelas que han sido adaptadas al cine y han tenido mucho éxito, como ‘Un Amor para Recordar’ (2002), ‘Diario de una Pasión’ (2004) y ‘Querido John’ (2010).
‘La Última Canción’ representa la primera vez que Sparks escribe el guión de su novela, y, curiosamente, terminó el material para cine antes de la publicación de su material literario.
Para el autor de 44 años, el gran mérito de que el filme funcione es de la directora Julie Anne Robinson, quien logró encontrar la verdadera intención emocional.
“Julie Anne tiene la habilidad de buscar esa delgada línea entre drama y melodrama, lo cual yo hago en papel, en una novela o un guión, pero depende de ella encontrarlo y hacer que funcione”, afirma Sparks.
La directora, por su parte, reconoce que Sparks tiene mucha facilidad para explorar las emociones en distintos niveles.
“Creo que Nicholas tiene emociones reales debajo de todo, las trabaja con profundidad y su trabajo es adorable, es sobre verdades y realidades, y lo hace muy bien”, dice Julie Anne Robinson.
Para el nominado al Oscar, Greg Kinnear, quien interpreta al padre de Ronnie, la historia se centra en una familia tratando de arreglar los errores del pasado, y tiene muchos elementos únicos de la obra de Sparks.
“El hecho de que deja a su familia no importa tanto para mí como la historia de una familia tratando de atravesar por una decisión difícil”, explica Kinnear.”Lo interesante del trabajo de Nicholas es mucho sobre la gente tratando de sobrevivir, atravesar por diversas cosas e intentar reagruparse”.
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